LS9

Madres de los días

Somos hijos de los días, sí, Galeano
¿pero quiénes prenden su luz en nuestras manos?

¿A quién se le ocurrió confinarlas
a la cárcel de un día? Sin ellas, la 
persona de tan brillante idea jamás 
hubiera escuchado los cantos de la vida.

Me encamino voluntariamente al tribunal 
de la ingratitud por hablar de ustedes ahora,
cuando lo impone el calendario.
Nos haría falta una existencia
paralela para saldar nuestra deuda,
arrodillados en cada átomo del horario.

Pero ustedes nos quieren en pie
y de lucha, son las madres de 
los días y nos necesitan 
para llenarlos, aunque nos cobren
el precio de alejarnos de 
sus brazos.

No soy amigo de las fechas
marcadas, pero sean bienvenidas
si nos abren otro plazo 
para engañar al tiempo,
nos brindan un pretexto, nos
reúnen y abrazan.