racsonando

¡A escondidas!

¡A escondidas!

Tu piel es ponzoña de arenas, agua, cristal que se vierte

en lecho sembrado de piedras.

El amor a escondidas subvierte sábanas y camas ajenas.

Ay, ánforas vaciadas de tierra, se beben y beben las penas,

la sangre se estanca en las venas.

Un beso, escultura que miente,

y tus manos, inquietas palomas, acarician en vano mi frente.

Tus ojos, zafiros y estrellas, son luces de pinturas vivientes.

Ay, amor, capullo ferviente,

se siente y se siente en el vientre esa voz que tu voz ya no asoma.

Por mi alma cabalga tu sombra, y mi voz en silencio te nombra.

La luna atestigua silente que tu cuerpo es mi danza morena,

con secretos, murmullos, promesas y del viento, lisonjera.

Ay, dichas que en el viento se elevan. Ay, mi alma su prisionera.

                        Racsonando Ando.