A orillas de una parcela me bebía la vida.
Caida la noche bajaron aurroas boreales a hacerme compañia mientras de los pastizales salian a pastar los nahuales.
Encendi mi fogata para calmar el frio y duendes hacian travesuras y hadas revoloteaban.
Prendi un cigarro y me fumé tu recuerdo,fumada tras fumada se consumio la madrugada mientras auras mis entrañas desgarraban, nahuales y duendes reian y las hadas cantaban.
En medio de una fogata a orillas de la madrugada en una parcela,duendes y auras bailaban y se regozijaban mientras que de su merced se alimentaban.
El Sacrificio.- Hector Franco