Esa voz que me entusiasma
cuando llega a mi remanso,
esa voz que yo no alcanzo,
me hace perder la calma.
Voz que serena el alma
es dulce y melodiosa
solo voz de una diosa
que aviva con su canto
su belleza y encanto;
voz que el cielo conmueve
y llora hasta que llueve
con lágrimas de alegría
su voz es miel y fantasía.
Voz dulce que me convence,
con su susurro florido,
exalta el sentido dormido
mis temores desvanece;
Voz que me habla al oído
con tono y timbre de amor
llena mis espacios sin temor
de ambrosías quedo poseído.