Me parece increíble pensar que por un destello
un tímido instante, el mundo fue nuestro.
Solo de nosotros dos
no se encontraba nadie más.
Abarcamos faunas y países
y mares y continentes
y planetas y galaxias.
Inundamos con nuestro amor al resto.
Nuestro amor fue tan grande, tan imperioso, tan puro
que en este y otros universos no cupo nada más.
Me parece aún más increíble pensar que ese destello fuera efímero.
Para la historia, insignificante
para mi historia, un hito irrepetible.
Nunca voy a olvidar ese fulgor
ese escandaloso y fragante destello
en el que nuestros profundos ojos se miraron
y por un instante, amor
el mundo fue nuestro.