desovan en los surcos de la piel.
Serán canto, murmullo o casi nada.
Cerrando el día dan con esta noche
los sueños para suaves almohadas.
Lo seco se humedece en el deseo
bañado en lluvia fresca de palabras.
Vaivén del oleaje de tu música
desnuda escena urdida con tus ansias
despiertan, revisitan, conmocionan.
Renace tu aguijón... y con el alba
después de un tiempo cesa el caos
sembrando el alborozo con mis ganas.
Será como vencer este silencio
dichoso por torrentes de tu calma.