El autor libera sus carácteres
Luego de mil noches de placeres
Sigue siendo un iluso a pesar de tantas mujeres
Pero su libro sigue quedando inconcluso
El autor ya no escribe lo que siente
Pues ni lo siente, ni lo vive
El autor se averió y terminó con un destino confuso
Puede relatar de aquel mal amor
Aquel amor al que se aferró hasta que su alma sangró
O puede hablar de aquel romance al que abandonó
Mil historias sobre el dolor de su corazón
Pero la pluma ya no escribe, ni el mechero quema
Y sus letras no han podido surgir del dolor
¿Será entonces que surgirán del amor?
Serán sus relatos sobre aquella...
Aquella que sí, es bella..
Pero su magia nace en los riachuelos de su humor
Que su belleza reside en sus hábitos de quererme tan bien
Y la ilusión aparece en el momento que pasa por mi mente
Los relatos dejaron de ser relatos y se convirtieron en experiencias
Los sueños se hicieron reales
Y el autor dejó de soñar