Mujer, no eres ese color que odias y que usas porque según tu no tienes otro remedio.
No eres que tal largo es tu pelo. No necesitas maquillaje, ni botox, ni semaglutide para que valoren tu sexo.
No eres las extensiones ni el acrílico de tus uñas, tampoco esa cirugía que tanto añoras para luchar contra la gravedad que afecta a tus pechos imperfectamente perfectos.
Mujer, no eres tantas cosas y eres tantas otras. No eres todo lo que piensas y sin embargo eres mucho mas de lo que ves en tus sueños.
Eres tus palabras no dichas.
Tu léxico y tu silencio.
Eres tu estilo de vida, lo que emanas y tus esfuerzos.
Eres tanto que no cabes, ni en un nombre ni en un beso. Eres tu delicadeza, tu fuerza y tus comienzos. Eres tus luchas internas, tus alegrías y tus misterios.
Son tus imperfecciones las que te hacen genuina y auténtica en el universo.
Eres paz, naturaleza, eres sabiduría, vida y fuego.
No permitas el encierro de mentes que venden el cuerpo. Tienes las ventajas claras, se tú y ríe en silencio.