UNILATERAL
(Maiko y Shibigón)
…
“SHIBIGÓN”
Se entristecieron mis ojos
ante mi ocaso empañado
yo no sé lo que ha pasado
que siento que abrazo abrojos.
Tal vez fueron tus enojos
por lo que entré en la razón,
me invadió la decepción
y mi mundo se hizo oscuro,
no te miro en mi futuro
y es por tal mi reflexión.
Si escribo mi despedida
es porque ya lo he pensado
tú eres parte del pasado
ya estás fuera de mi vida.
Cierto que fue divertida
nuestra diaria convivencia,
a veces sufrí tu ausencia
y otras tantas te olvidé,
tus detalles valoré
mientras fue a mi conveniencia.
Y lo digo abiertamente
de amarte no me arrepiento
eras la brisa de un viento
que fue huracán de repente.
De este adiós que es inminente
la culpa me corresponde,
mi corazón no responde
si le pregunto por ti,
y por ello decidí
que es mejor que te abandone.
Yo te fallé y me fallé
fui quien le falló a los dos
y por tal mi último adiós
en mi carta lo enmarqué.
Ya no tengo algún porqué
para seguir adelante,
es mejor estar distante
y olvidar mi decepción,
porque ya mi corazón
otra vez está vacante.
Sé que no es lo que quisimos
y sé lo mucho que vales,
las gracias te doy por todo
y ya más no te incomodo...
Es el fin... De los finales.
…
“Maiko”
Me he enterado de tu adiós
y mi opinión no requieres
cuentas de tu decepción
y me dejas para siempre,
oponerme no pretendo
tampoco volver a verte.
Has pensado solo en ti
y en tu decepción que es fuerte,
ya tu trato lo sentí
en esos momentos crueles
en que vi tu indiferencia
mostrando lo que me quieres.
Me has contado cada día
las horas que intermitentes
pasamos estando juntos
en aquellos doce meses,
faltó decir que por ello
yo he tenido mucha suerte.
Tal vez empañé el ocaso
que viste con otra gente,
quizás me idealizaste
pensándome diferente,
un enojo no es traición
pero al enojo te atienes.
Hablas de tu decepción
y para ti es suficiente
no me pides mi opinión
no hay forma de convencerte,
me forjó tu fantasía
y me amaste con la mente.
No eres tú, dices, fui yo
que es un cliché recurrente
y me das tu último adiós
tal vez a ti te conviene,
y aunque sé que sufriré
no voy a actuar tontamente.
Es bastante lo que te amo
y en las horas, días, meses
sé que te voy a extrañar
pero será suficiente
el saber que eres feliz
para sentirte presente.
Pero debo confesarte
que esperaré te serenes,
no temas, no he de rogarte
ni dudes, no he de llamarte...
Aunque después... Lo lamente.
...