Infierno de ti, arde de mí
¿Eres tú el infierno?
Es lo que anhelo y que me perdone el cielo.
No tengo nada, pero si tu boca me besara el gozo de mi alma estallara.
Cuánto imagino tus manos quemando cada fibra de mi cuerpo y aunque me arda, gustosa de sentir cómo estalla mi aliento.
¡Si pecado eres que para siempre me condenen!