Pensar que antes éramos como dos grandes gemelos
Que paseaban en silencio sin causar revuelo.
Pensar que en el pasado quedará una huella del otro.
Recuerdos que se graban; y aunque ahora deban superarse,
Que no sean impedimento para que alcemos vuelo.
Porque ahora yo te veo y reconozco tu faceta
Tengo que admitir que es complicado ignorarte de forma discreta.
El pulso se me escapa cuando me rebasas.
En medio de esas agonías de fingir que no existes,
Puedo ser feliz, porque la tormenta pasó.
Porque ahora que somos extraños puedo ver tus fragilidades;
Quisieras camuflarme, pero no tienes ese talento
De oscurecer corazones de carne que ahora ven el amanecer
En lo que siempre debió ser,
En el interior de cada quien.
Porque ahora que somos extraños me olvido de tus mensajes.
Se ha perdido cada polvo que con tu escoba dejaste.
Me he encargado de vivir tranquilo porque no eras para mí,
Y yo sé que allí afuera hay una extraña
Que este vino añejado, un día, le ha de sonreír.