Recuerdo canciones mochicas de una india del Perú,
Mientras la plaza se mece entre velámenes de oro,
Abanicos de mostaza y mil vaivenes de luz.
Recuerdo sus ojos rasgados en la sombra de San Juan,
y su languidez de ébano entre tonos y brillos de azul.
Mezcolanza de los Incas, princesa del altiplano
y un papagayo de luna ahogado en el glaciar del sur.
Así se asoma su nombre, adormecido en el hielo,
con alas y plumas de viento envuelto en velos de tul.
Dejadme que sueñe con ella la noche del Inti Rayni,
cuando las mariposas de nieve aceituna
surcan el cielo estrellado hacia la muerte del sol.
Dejadme que busque su rostro entre los hielos de agosto,
entre las brumas del tiempo y las sepulturas eternas
que mecen la leyenda escrita entren las arenas sin tez.
Déjame que abra la tierra y parta el hielo de carne,
por los senderos dorados de otro atardecer del vino
que cubre su esencia de virgen hasta la sangre del mar.
Recuerdo canciones mochicas de un india del Perú,
Un sueño de baratijas con cenicientas de la Argentina,
sombreros de paja roja y lágrimas del Iguazú.
Mariano Martínez Luque