La música, en el aire, es danza viva,
como un río, que fluye, que se improvisa,
es el alma del mundo que nos cautiva.
Con cada acorde, una historia que se deriva,
y en las melodías, el corazón se eterniza,
la música, en el aire, es danza viva.
El piano suspira, la guitarra se aviva,
el violín que canta, la emoción se avisa,
es el alma del mundo que nos cautiva.
En el jazz, en el blues, la pasión sobreviva,
en el rock, en el pop, la energía se ioniza,
la música, en el aire, es danza viva.
Es el eco del tiempo, que siempre motiva,
la voz de los siglos, que nunca se desvía,
es el alma del mundo que nos cautiva.
Así, en cada nota, la vida se activa,
y en la canción, nuestro ser se armoniza,
la música, en el aire, es danza viva,
es el alma del mundo que nos cautiva.
©José Ángel Pineda