Mauro Enrique Lopez Z.

Te fuistes de maƱanita

Te fuiste muy de mañanita 

y braviado que me dejabas, porque 

yo no te podía dar nada, no te detuve porque estaba en lo cierto. Solo seguí mi camino y trabajando duro, como me lo enseñó mi padre.

Hoy que tengo mi sencillez, porque 

no me falta el pan en la mesa, y tú 

hasta la fecha veo que presumes 

de grandeza; o acaso el día que me 

vaya de este mundo me llevaré 

lo que tengo?. Sólo soy felíz con mi 

pobreza, y con eso es suficiente,

y bendecido de Dios es lo bonito.

Y tu regreso, quédate donde estás 

porque en casa ni para compartir 

una cena; mejor solo que mal acompañado.