Bajo las sombras de los calendarios
se arrodilla el tiempo suplicando que no muera
extienden sus manos las memorias
alabando al corazón que aún late
se eleva al cielo la mirada
en solemne entrega cual susurro,
pronunciando el nombre de la mañana
Una brisa se desliza entre las rendijas
llorando por tí sobre la ventana
recordando la infancia ya lejana
con su caricia suave sobre la cara
como congregando en torno de las sombras
a tu padre, tu madre y tu hermana
Un tiempo se ha ido con el tiempo
dejando el jardín con pocas flores
como si el sol solo brillará en sensaciones
y el silencio fuera un funeral en oraciones
mi cabeza aún se reabre con la luna
cuando al borde de la cama
una súplica inocente
intenta hacer que el miedo muera
y una voz en silencio vocifera
Soy Dios y estoy a tu espera