Tan cierto que nacimos de la tierra,
del génesis, jardín de bendiciones,
herencia inmaculada de oraciones,
destino que truncado me destierra.
A solas el camino que me aterra
se vuelve el laberinto de pasiones,
de carne, de pecado, de emociones
que saltan al cinismo de la guerra.
Enjugo mis ofensas, sobrevivo
errante en el desierto, y en el vano
dolor de continuar al modo ciego.
El ángel se pasea, incompasivo,
y cuida el fruto eterno espada en mano…
No quiero regresar o ya no puedo.
Crystal CG.