Me gustas niña traviesa,
me gustan tus travesuras
tus labios, con sus dulzuras,
tu boca, dulce princesa,
tu beso, que me embelesa
y el alma… ¡cobra alegría!
Me encanta tu simpatía,
tus ojos, color café
y dentro, llevo la fe…
¡Qué yo te veré algún día!
Y el día que yo te vea
te voy a dejar escrito
con un beso chiquitito
¡Qué mi corazón otea!
Y el alma se bambolea
como la bandera en asta
que con cariño contrasta.
Y en ese paisaje hermoso
tu cuerpo, veré precioso…
¡La sola idea me basta!
No es nuevo este sentimiento
desde hace tiempo lo guardo
con ese tu aroma a Nardo
que siento a cada momento.
Disculpa lo que yo siento
y si molestias provoca
pero lo que el alma evoca,
es cierto, niña traviesa.
¡Mi sueño siempre te besa,
con el dulzor de tu boca!