En la danza del beso en labios se enciende,
la chispa fugaz que en la piel palpita,
un torrente de pasión que se agita,
y en los labios su fuego se extiende.
Mas, besar el alma, ¿quién lo entiende?,
es adentrarse en el ser más profundo,
sentir la esencia del amor fecundo,
donde el tiempo y el espacio se suspenden,
y en el encuentro del alma se comprenden,
tocando los misterios del universo, no solo este mundo.