Nunca piensen que el sueño de los pueblos
que luchan por justicia
han de ver mutiladas sus ideas
por fuerzas represivas;
porque pueden atarlos con cadenas
o quitarles la vida,
más en tanto palpite la esperanza
sus alas las cobija.
Si las sombras oscuras de ambiciones
a la paz sacrifican,
los pendones gallardos del patriota
izarán sus insignias,
porque nunca las almas se han quedado
sin la savia pristina
que circula en las venas del guerrero
cual tormenta explosiva.
Mientras brillen con ansias libertarias,
del hombre, sus pupilas,
y se escuchen palabras redentoras
que equidad sintetizan;
mientras todos unidos en la lucha
sus pasos firmes sigan,
temblarán las murallas de los déspotas
al ver de honor cuadrigas.
En tanto que principios invencibles
al tirano resistan,
y suenen con firmeza las trompetas
de intrepidez vestidas,
y en tanto que se escuche imperturbable,
de fe, bizarras liras,
sonarán por los campos bellas notas
que libertad prodiga
En tanto que los hombres lleven siempre
de luz sus auras límpidas;
en tanto predomine la conciencia
que al miedo no claudica;
igual que en las montañas los quetzales
que libertad predican;
¡con garras afiladas de leones
siempre habrá rebeldía!
Autor: Aníbal Rodríguez.