Pilar Luna

BIENAVENTURADOS

En esta noche de seda

baja desnuda la madrugada azul.

Las flores de las aliagas

celebran una fiesta,

y en el límite del cielo

parpadea una luz

roja, rosa y lila

que activa el cerebro

e ilumina a quien la mira,

una radiación cósmica

que transforma los sentimientos.

 

Razón y sensibilidad

para reconstruirnos todos los días,

volver a nacer para ser libres

y aunque tengamos los huesos rotos

somos los dueños de la voluntad.

Si el corazón tiene sus motivos,

no te empeñes en creer sólo lo que ves,

que la verdad tiene un camino que cura:

el amor es el lugar

donde habitan

los limpios de corazón,

un reducto para que la muerte

no gane terreno.