En el vergel florido, un girasol suspira,
añorando la niña que con su fragancia sonreía.
Entre pétalos de oro, lágrimas resbalan,
en el silencio del campo, sus anhelos se enlazan.
Bajo el cielo azul, la flor espera,
que la niña regrese con su sonrisa sincera.
Dentro de su tallo erguido, un amor palpita,
anhelando el reencuentro, donde el corazón habita.