alicia perez hernandez

ERES MI DEBILIDAD…

ERES MI DEBILIDAD…

En tiempos de hambre te deseo como si fueras un manjar jugoso.

En tiempos de lluvias siento tus manos acariciando mi cuerpo mojado.

Eres mi debilidad, y en sueños me dejo seducir, desnudar y amar,  

Y en esa debilidad, despiertas mis demonios, me doy a ti en arrebatada calma, porque calmas mis arrebatos, estragos y desasosiegos.

Mis angustias, desenfrenos por sentirte y tenerte ardiendo bajo

mis sábanas, y con tu sudor imprimes tu figura masculina y varonil,

Tienes sobrada ira y piedad, para mis huesos, y me descoyuntarás a besos.

Eres mi paz, mi guerra, mi calma y mi sosiego, mi ahora y mi después.

Soy débil cuando te pienso entre mis piernas, dándome calor y amor,

Eres mi debilidad y aludo que quieres llevarme enreda en tus piernas

enormes, duras como el acero, mi alma se regocija al sentirte.

Sentirte entre mis senos desnudos, sudando nos deslizamos para llegar

A la parte de la espalda que más te gusta besarme y ondear tus dedos

mezquinos por tocarme, siento tu fuente de agua clara apagando mi sed.

Aludo, que te gusta llevarme a tus deseos blanquecinos dulces y tiernos

mojados y sudorosos bajo el calor de la noche, oteamos deliciosos espasmos.

Eres mi debilidad y quiero ser tu debilidad, para husmear entre silencios

el olor de tu piel y juntar tu cuerpo con mi cuerpo, juntar quieres las bocas en

un beso eterno lleno de amor, pasión, deseos y fuego. Somos débiles

a los deseos de la carne, alma, los sentidos y pasiones ocultas. Oigo tu voz en el viento y te siento bajo mi piel hostil, alejada de tu amor soñado,

Soñado cómo la brisa moja mis labios, para besar los tuyos a fuego lento, no sabes cuanto deseo que todo sea real, y no sea un simple sueño de amor.

Deseo seas un adagio “más tarde que nunca” pero quiero tenerte, sentirte.

¡ay amor! ¡si te vuelvo a encontrar yo te vuelvo a querer y tal vez, mucho más!

Quiero cuidarte y que me cuides porque el amor en la vejez alimenta.    

 

Alicia Pérez Hernández… México

No es la pluma la que escribe, es el alma

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Amar es este tímido silencio
cerca de ti, sin que lo sepas,
y recordar tu voz cuando te marchas
y sentir el calor de tu saludo.

Amar es aguardarte
como si fueras parte del ocaso,
ni antes ni después, para que estemos solos
entre los juegos y los cuentos
sobre la tierra seca.

Amor, de Salvador Novo