Rafael Mondragón

Malos amaneceres

Es otro día que no sale el sol, al despertar todo está nublado; el mundo lo veo demasiado gris como la vida. Es depresiva esta realidad.

Despierto, me miro al espejo, cada vez con más ojeras y fatiga. No dan ganas de salir al mirar al resto. Por dentro estoy en ruinas como Roma.

Dame café para seguir despierto o déjame morir, pero por favor que no sea lento, que estoy sufriendo por dentro.

Agobiado de todo lo que estoy viendo, quejas y más quejas, que no servirán de nada. Me estoy quebrando, pero sigo en el intento, para por lo menos dejar algo a los que quiero.

Pasar la vida en vísperas, es mucha la apuesta, pero lo prefiero; morir por intentarlo, que seguir sin haber hecho nada.

Es un todo o nado, por alejarme de estos malos despertares, por fin mirar en mi ventana un amanecer en el que salga el sol.