Dantés Espinoza

De las manos

DE LAS MANOS

 

¡Ayer! Es un decir, 

manos hacia arriba 

asidas por manos juveniles 

guiaban inquietos pasos. 

Cuatro en dos, raudos. 

 

¡Ahora! Es un decir, 

manos hacia abajo 

sujetan trémulas manos 

guiando agotados pasos. 

Dos en cuatro, lentos. 

 

Entre ese ayer 

y este ahora 

la vida generosa 

hacia la muerte 

a unos más tiempo 

que a otros, escolta. 

 

En ese ínterin: 

de alegrías, risas y jolgorio, 

tristezas, desvelos y llantos 

por los años transcurridos, 

debemos dar gracias.