I. Dualidad
En mi pecho habita una dualidad, un fuego ardiente y un gélido mar. Amor y odio, dos caras de la verdad, en mi corazón se empeñan en batallar.
II. Amor
Te amo, mujer de mi ser, con pasión que arde sin cesar. Tu sonrisa, un sol en mi amanecer, tu mirada, un faro en la oscuridad.
III. Odio
Pero también te odio, lo confieso, por tu ausencia, tu frialdad, tu desdén. Me ahogas en un mar de silencio, me dejas solo en la inmensidad.
IV. Intimidad
En la intimidad, cuerpos unidos, almas desnudas, pasión sin fin. Pero en la mañana, vacíos perdidos, un abismo que nos separa sin fin.
V. Batalla
Amor y odio luchan en mi interior, una batalla sin cuartel ni tregua. Mi corazón, un campo de batalla, donde la victoria se torna en una nueva siembra.
VI. Esperanza
En medio del caos, una tenue esperanza, un destello de luz en la oscuridad. Quizás algún día, esta danza terminará, y el amor y el odio encontrarán la paz.
VII. Aceptación
Acepto la dualidad de mi sentir, el amor y el odio, parte de mi ser. En este torbellino aprendo a vivir, a amar con pasión y a odiar sin rencor.
VIII. Amor y Odio
Amor y odio, dos caras de una misma moneda, en mi corazón siempre estarán presentes. Aceptarlos y comprenderlos es la meta, para encontrar la paz en mi alma ausente.
IX. Tú
Eres la mujer que enciende mi pasión, la que despierta mi odio y mi dolor. Eres la musa de mi inspiración, la dueña de mi corazón.
X. Promesa
Te prometo, amada mía, que en este baile de amor y odio, lucharé por encontrar la armonía, y construir un futuro donde reine el sosiego.
XI. Un amor imperfecto
Te amo imperfecta, con tus luces y sombras, Con tus virtudes y defectos, con tus alas y llagas. Y en este amor imperfecto, encuentro la verdad, La esencia de la vida, la cruda realidad.
XII. La batalla interna
Lucho contra mis propios demonios, Contra la duda que me siembra tu desdén. Anhelo tu amor, tu calor, tu consuelo, Pero solo encuentro vacíos, un silencio cruel.
Te amo con locura, con ferviente anhelo, Pero el odio me invade, cual veneno en el cielo. Es una batalla constante, sin cuartel, Donde mi corazón se debate en la miel y la hiel.
JTA.