WandaAngel

PARODIO

Llegó tarde a su funeral, 

nunca supo ser el muerto 

y en su última cena pidió 

una sopa de huesos. 

 

Sin que nadie supiese,

en sombras siguió viviendo, 

buscaba su amor de día

y de noche sembraba besos.

 

Encontraron su tumba abierta, 

una tarde gris de mayo, 

con flores radiantes y frescas 

y un escrito que decía...

¡AHORA VUELVO!