Alfredo Saez

-Lo que falta.-

 

No le alcanzaban los augurios...

no le alcanzaban

que la noche dormía gozos espurios;

no le alcanzaban

los besos maternales 

que la muerte se la llevó por crónicos males; 

no le alcanzaban los ocios filosóficos

tapiados en aquelarres órficos

y no le alcanzaban 

ni  libros ni tenazas

por virales amenazas.

-Pero... si nada te  alcanza

¡Ven, satúrate del todo!

inconcluso beodo.-