Princesa de ojos negros de mirada tan triste,
hermana de Ligeia por su gris resplandor,
paciencia, está llegando; sí, ¡tu príncipe existe!,
y será tu existencia todo amor, todo amor...
¿Será el bravo guerrero cuyo escudo resiste
la embestida del tigre y desconoce el pavor,
o un príncipe de Oriente que raras prendas viste,
o un bey, o un soberano, o un audaz campeador?
Princesa de ojos tristes, ya lo anuncia en el cielo,
en circular revuelo, un enigmático azor;
se acerca; ¡con gorguera y jubón de terciopelo!
Te contará su andanza, te ofrendará una flor
con la diestra rodilla abatida sobre el suelo,
y será tu existencia todo amor, ¡todo amor...!