Escuchá la Noche.
Escuchá el Postrer Recuerdo.
Sones Repetidos Conjugan el Lerdo Palpitar
de un Fantasma Repetido y Errante.
Destino y Tiempo
y el Espacio Sinuoso,
Ahogan la Suma Inversa
de ese Grito que Ahoga,
entre Lágrimas Dolientes,
entre el Parpadear Constante
y el Vislumbre Enloquecido
de una Pálida Luna.
Enmudecen los Latidos.
Enmudece el Grito que Truena.
Enmudecen los Maderos
del Eterno Crucifijo.
Mientras entre Llantos Distraídos
Mueren los Tiempos
que Ya Fueron,
Muere Perdido
el mismo Astro
que Inquieta,
el Sol...
(Patricia)