Lea Nieves Torres

Relatos

Estoy en la sala de espera del Aeropuerto, mientras me preparo para abordar el vuelo que me llevará a la capital, a cuatrocientos kilómetros de aquí, se me ocurre pensar que ya voy abordando también el quinto piso de mi edad y siento angustia al pensar que he desperdiciado el tiempo en convencionalismos y me he olvidado de vivir la vida. Aprovecho la espera para retocar mi maquillaje con mi espejo de mano, mirar que mi apariencia esté bien, lucir serena, a pesar de todo...

Después de la revisión del equipaje, su disposición, los pasajeros abordamos el vuelo esperado. Voy cruzando los dedos para que no me toque sentarme junto a una persona de esas que caen pesadas. Ruedo con la suerte de que a mi lado se sientan hombre muy guapo de al menos 1.80m de estatura, Cabellos negros, ojos negros, piel morena, con apariencia deportiva y una edad aproximada de unos 38 años; me saluda y su voz es muy agradable; cruzamos unas palabras; soy Marcos, soy locutor y periodista_dice- y usted? _Soy Bertha, Administradora de Empresas-.Veo que es lanzado; me deja su tarjeta, pide la mía... Es muy guapo... Después de hablar 20 minutos, me calo los lentes oscuros y cierro los ojos, entro en un sueño, sueño y me veo hablandole en el sueño:

\"Si yo fuera tus sábanas me gustaría envolverme en tu cuerpo de atleta, acariciar tu pelo, rozar barba, recorrer tu ancha espalda pegarme a tu piel, deslizarme por tu vientre, anudarme en tu cuello, abrazarte con mis brazos de sábana, sin que te des por enterado.

Si yo fuera tus sábanas sería la bruja que recorre tus más íntimos lugares, recogería tu olor en mi clepsidra, tu sudor, tus hormonas; decodificaría tus miedos, sería una segunda piel para cubrirte misteriosamente, mientras duermes abrazado por los íntimos tejidos de mi piel de sábana, sin que te des cuenta; para mí sería un placer indescriptible tenerte preso a mi arbitrii a mi arbitrio y a mi voluntad, me perfumaría con un perfume erótico y suave para que no me quites de tu cuerpo...

Si yo fuera tus sábanas te acariciaría suavemente y me deslizaría por tu pelo; bajaría por tu frente, daría un salto mortal por tus pestañas; me miraría en el fondo de tus ojos, fulgidos como estrellas; me tiraría al lago de tus deseos...

Si yo fuera tus sábanas, daría un salto mortal a tus deseos; me volvería mujer, para que recorrieras mi cuerpo de mujer de Norte a Sur, de Oriente a Occidente, para sentir la suavidad de tus caricias desde la coronilla de mi cabeza hasta la punta de mis pies, sentir en mi piel la dulzura y el fuego de los besos de tu boca, el calor de tu cuerpo, tu peregrinaje por los valles y montañas de mi cuerpo buscando anclar el río abismal que corre entre mis muslos y conduce al paraíso febril de mis entrañas, cuando la noche abre sus fronteras conduciendo al país de la locura...\"

Cuarenta minutos después, arribamos a nuestro destino, su voz me despierta del sueño... Yo te llamo_dice- y me estampa un beso en la mejilla, me acompaña a tomar el taxi que me llevará a casa de mi mamá y me estampa otro beso, pero en la boca...