TE FUISTE
Te fuiste, desapareciendo en un instante,
dejándome las manos completamente abiertas
vehementes por tomar hasta el último rastro de este maldito sentir.
Te fuiste cuando suplicaba al tiempo su inexistencia,
Te fuiste cuando apenas mi tacto cobraba vida al hundir las manos en las profundas olas sinuosas de tu cabello,
y fue justo ahí, cuando mi corazón gritó con tal magnitud que reclamó tu cadaver por un instante.
Con una fuerza desesperada, mis brazos te acercaron a mi cuerpo,
tan cerca de mi que pude sentir a la muerte riéndose de mi.
Y te susurré al oído... todo estará bien.
Y te fuiste, dejándome el corazón rasgado y la voz ahogada mientras la vida se me apaga.
Y te fuiste de nuevo, sólo en un instante.