Si inerte, tu cuerpo vencido
entre llagas y entre sangre,
marcas después y antes
para los hombres, camino
único DIOS al que imploro
sobre las tablas cosido,
no son tus brazos rendidos
la razón por la que lloro,
no es tu carne maltratada
ni tus sangrientos vestidos
la razón por la que sigo,
ante esa cruz levantada.
No ha de hallar la luz celeste
el perdón de lo ocurrido,
ni la luz del sol de frente
ha de calmar mis gemidos
o las lágrimas por verte.
Eres tú mi DIOS cautivo
eres tú, mi preso amado
mi padre, mi rey clavado
con los clavos del destino,
y el pasar de largos años.
Mi único DIOS por quien lloro
solo ante ti, me arrodillo
y mi vida y mi sentido
con oración te los dono,
mirando tu cuerpo herido.
Que causa la hay mayor?
o a que delito responde,
por el hecho de ser DIOS
que injusticia provocó?
que tu vida entregaras,
para obtener el perdón
en la vida de los hombres.
No eres tú mi buen pastor?
la luz que quiero de noche,
no eres tú quien me salvó
de caer en tentaciones
si, eres tú...
mi DIOS clavado
a quien le debo mi vida,
pues por mi llevas los clavos
y la corona de espinas.
Solo ante ti, me arrodillo
y pido que me perdones,
pues el perdón de los hombres
fue de tu muerte, motivo
solo tú mi DIOS cautivo
eres razón de que llore.