En la calma de la noche estrellada, una madre laboriosa se encuentra, sus manos cansadas, su corazón lleno de amor, por sus hijos lucha, incansablemente.
Trabaja en silencio, sin descanso, sacrificando su sueños por ellos, cubre con amor cada desencanto, y en cada lágrima, un consuelo.
Con tenacidad y coraje enfrenta, los obstáculos que la vida le presenta, su fuerza inquebrantable, su amor infinito, son el motor que la mantiene en pie, siempre.
Su sonrisa es luz en la oscuridad, su voz, melodía que alegra el hogar, sus abrazos son refugio seguro, su amor, el más puro y sincero.
Madre trabajadora, eres ejemplo, de amor incondicional y sacrificio, tu entrega infinita, tu valía eterna, hacen de ti un ser único y sublime.
En tu corazón late la esperanza, de ver crecer a tus hijos con alegría, y aunque el camino sea difícil y áspero, tú siempre estarás ahí, con tu amor y tu guía.
Madre admirable, madre valiente, tu amor es la fuerza que nos mantiene unidos, en cada sacrificio, en cada momento, sabemos que a tu lado, siempre estaremos protegidos.
Porque en ti encontramos el más bello ejemplo, de amor incondicional y abnegación, madre trabajadora, gracias por todo, por tu amor, por tu fuerza, por tu dedicación.