Y me deshice de su cuerpo como si lo hubiera acabado de asesinar, pero con mi recuerdo, con mis te quiero, con esos pocos signos de amor que nos dimos.
Un beso, un tierno abrazo sellaron el adiós que un día temimos tanto decirnos; era solo cuestión de hundir lo más profundo posible, esa daga de olvido que nos atacó al final a los dos.
Y murió para mí como muere la rosa, en su fragancia y su color.
Y he muerto para él, como murió ese poema que un día nos dijimos con la voz envuelta en pasión y en el gran amor que parecía iba a durar toda la vida.
Una vida que lo consumió, que lo acabó con las malas circunstancias y las malas decisiones que un día tomamos, eso y la idea de que jamás íbamos a estar juntos, cara a cara, beso a beso, sexo a sexo.
Jamás, jamás será real un amor de poesía. Eso es, poesía, extinta entre los dedos de dos poetas enamorados, más del amor que de esa rara idea de compartir una vida con el amor más grande y estúpido que has tenido.
\" Nunca es estúpido el amor\"
Dolores Luna. 🌜
Ana.
Mayo 20. 2024.
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