Se expande en el silencio mi nostalgia
descubriendome débil en mi mediocridad,
sabiendo que mi memoria atesora al llanto
y al viajar en el tiempo, se abre más mi fragilidad.
No hay consuelos en las huellas de la ausencia
solo intérpretes de una historia con un final,
sin una tregua del dolor que solo brota
pero el tiempo es un camino y nada más...
Ya no hay fantasías ni un sendero de sueños
ni un orden cronológico en lo espiritual,
una proximidad que me envuelve en el pasado
en un destino que no sabe dónde va...
Abro los refugios de perdidos recuerdos
libero a mis sombras de tanta oscuridad,
mientras la tristeza me extiende sus brazos
para hacer de mí solo algo más normal...
Todo estuvo allí desde el mismo principio
solo el tiempo le dio la armoniosa velocidad,
voces que entonces supo arrastrar el viento
lágrimas que conmigo envejecieron a la par.
Solo es este milagro de estar completamente vivo
aunque esté en los límites de mi marginalidad,
y qué camino entre las huellas del pasado
sabiendo que la muerte camina con mi soledad...