Después de la ajetreada semana
de la ciudad y su cotidiana rutina
Quisieras gozar el asueto de un día
Juntos los dos en la butaca del cine
Luego sin intención mirar las vitrinas
Y por un café o helado hacer una pausa
Pero eso a mi no me relaja ni atrae
El brillo, el sonido de la enorme pantalla
De tan intensos por más de una hora me aturde
Y eso de mirar vitrinas me entristece
Harta ya de los mismos cuadrados locales
Exhibiendo sus objetos inertes y frágiles
Que se acumulan después inservibles
Esfumada la emoción del momento
O por algún accidente o descuido
Tirado esfuerzo y dinero en algún vertedero
Vamos si te place por ese café o helado
Después de recorrer una despejada arboleda
Saborearlo tumbados sobre el pasto mullido
Yo te contaré una historia secreta
Y que tu mente sin linderos la expanda
observarnos y escucharnos sin pausas
como se admiran al volar las gaviotas
tocarnos y sentir el corazón palpitante
como tocan y sienten las alas de un ángel
distantes de la multitud distraída y ruidosa
Hasta que la luna entretenidos nos pille
Acompañados por un coro de grillos
Dejando que nos envuelvan sus rayos
Y después si te apetece mi piel nacarada
Podrás degustarla despacio a mordidas