En el silencio de la noche escucho,
el susurro del viento me habla suave,
me cuenta historias de estrellas y luna,
de amores perdidos, de sueños que nave.
La inspiración, como río que fluye,
a veces se esconde, se pierde, se va,
pero siempre vuelve, fresca y renueva,
en la risa de un niño, en la mar que está.
No temas, poeta, tu musa regresa,
en el vuelo de un ave, en el azul del mar,
en el aroma de la tierra mojada,
en el abrazo cálido que te da el hogar.
La poesía no se pierde, vive,
en cada rincón, en cada mirar,
solo cierra los ojos, respira profundo,
y deja que el mundo te vuelva a inspirar.