Sara Luna

Promesa

El tiempo corre y no se detiene

y luego se extraña a quien ya no se tiene

deseas detenerlo, pero ya no se puede

abrazarlo en tus sueños, talvez se concede.

 

Pueden pasar uno o más años

y aún así, tu mente dice, te extraño.

Son los recuerdos, espada de doble filo

pues al recordar y no tenerlo

tu alma se hace un hilo.

 

Pero hay una promesa interesante , 

que un día podrás ver a ese ser importante

es la promesa de Jesucristo

y un día volveré a abrazarte,

eso está previsto.