Las ideas se entrelazan al igual que las palabras.
Y se forman en tu mente
pero nunca lentamente.
A veces no hay pluma,
ni lápiz ni papel.
En la arena las escribo
y mi dedo es mi pincel.
Llega la ola y las borra
el mar las lleva con él.
Más mi mente está tranquila,
pues liberó la agonía.
Desfogó los sentimientos
que mi corazón tenía.
Me quitó un peso de encima,
levanté el vuelo
y lo veo todo desde arriba.
Ahora escribiré en las nubes,
o quizás en las estrellas.
Porque ahí no hay marea
que me las pueda robar.
A menos que el sol se moleste
y me quiera reclamar.
Bajaré de nuevo entonces
con mis versos a rimar,
con mi corazón vacío
buscando qué lo pueda llenar.
Seguro encontraré algo
buscando bien así será.
Siempre sobran emociones
que sentir y que plasmar.
Se rebuscan las palabras
y se vuelven a enlazar
para crear estos versos
y a mi alma liberar.