Camina por la vida
como el viento, sereno,
siempre vivo, tan pleno,
con la luz encendida;
tu presencia, querida
por propiciar lo bueno,
por respetar lo ajeno,
por dar luz no pedida;
tu palabra, tranquila,
sea reflejo del Cielo,
de auténtica verdad;
corriente que destila
el supremo anhelo:
real felicidad...