Sé por qué tus lágrimas caen
con el dolor que el verso no ha escrito,
porque brotan sigilosas y calladas
tan ávidas de dolor y de conflicto.
Heridas que todo lo abren
más aquello que hoy no está contigo,
mientras un reloj marca el tiempo
llevando al presente con todo lo perdido.
Sé lo que tus lágrimas saben
cuando caen presurosas de su propio infinito.
Sé, lo vacía que tienes tu alma
sé del dolor de todo tu castigo...
Yo sé de tus pasiones tan mortales
cuál es el origen de todo el olvido,
porque no tienen vida en ti las palabras
palabras que yo aquí te dedico.
Yo sé de lo que ama tu alma errante
porque en mí tengo tu confesión de un amigo,
pero hay una verdad en mí que tú no sabes
una verdad que muere tan dentro mío...