Soy tu cómplice en esta ferviente pasión.
Cuando atado de tu cintura soy esclavo,
cuando callo los errores más comunes,
cuando en tu compañía
a planear nuestras horas me convocas;
y soy ese seducido cómplice que induce,
que tu amor convino a interés profundo,
deseo de vivir un sueño estando en vida
aunque calle y participe de tu moda:
locas experiencias en ti, que por amor las participo,
concurren a un despiste y un prosigo,
empujado a domar animal sus intereses…
Sí, si soy cómplice de este amor, pasión ferviente.
Isaías Glez.