En el libro de tus días, fui el primero, el pionero,
en escribir con amor cada página de tu historia.
Como un verso inicial, en tu corazón, yo fui el primero,
en despertar emociones, en encender la memoria.
En el lienzo de tu alma, fui el primer trazo, el inicio,
pintando sueños y anhelos con pinceladas de pasión.
Como el primer rayo de sol en un día frío y gris,
fui el alba que iluminó tu mundo, tu canción.
En el eco de tu voz, fui el primer susurro, la melodía,
que resonó en los rincones más íntimos de tu ser.
Como el primer suspiro que escapa en la noche fría,
fui la primera estrella en tu cielo, el primer querer.