No llegues invierno y espera
y deja al otoño quedar.
Que no tendré abrigo si llegas
mi nido vacío aún está.
No llegues invierno y espera,
espera cómo espero yo.
Conmigo desvélate un rato
y veamos cómo sale el sol.
No llegues invierno y espera
que encuentre un refugio seguro.
Y deja correr al riachuelo
que con su sonido me arrullo.
No llegues invierno y espera
apreciaré aún los restos de la primavera.
No quiero matar la quimera
del creer que alguien me espera.
Ni talar árboles,
ni quemar madera.
Admirar el verde de la pradera.
No llegues invierno y espera.
No quiero encender la hoguera,
ni derramar cera.
Me quiero sentir ligera,
libre como fiera.
Y caer como hoja seca
cuando el otoño llega
y la primavera muera.
No llegues invierno y espera.
Sostén un rato ésta esfera
y ponle pausa a la carrera,
que es muy rápida y me altera.
Y aunque correr me libera
y mi corazón acelera;
no logro romper la barrera
ni divisar la frontera.
Donde quizás
alguien me espera.
Y asi terminen tus ansias
y por fin puedas venir.
No llegues invierno y espera.
Que si tú no vienes
quizás yo tenga que ir a ti.