El niño tímido de ayer
inocente se rebelaba
en larga fila podía ver
autómatas que caminaban.
Vaticinó cosas futuras
de la creencia y de la vida;
en su mente solo perdura
la imagen casi perdida.
El otrora es lo mismo
al presente repetitivo;
devenir solo es un sismo
hacia el mal involutivo.
El niño de hoy es suspicaz
con ideas está armado;
es irrespetuoso y locuaz
sin mucho pensar ha pensado.