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Amor Maternal

Primera estrofa:

En el alba de mi vida, cual sol naciente, Tu amor radiante alumbró mi ser, Madre mía, fuente de fuerza inmanente, Guía en el camino, pilar en el ayer.

Segunda estrofa:

Tus palabras, cual melodía celestial, Acariciaron mi alma con dulzura infinita, Refugio en la tormenta, brújula sin igual, En la oscuridad, tu luz, mi estrella bendita.

Tercera estrofa:

Tu entrega incondicional, cual mar sin orillas, Me cobijó en tu seno, cálido y protector, Enseñaste mis pasos, disipaste las brumas, Distinguiendo entre el bien y el mal, con tu amor.

Cuarta estrofa:

En la búsqueda del amor verdadero, Me acompañas con sabiduría ancestral, Tu ojo clínico, detector certero, Alejándome de un futuro desdichado y banal.

Quinta estrofa:

Agradezco tu amor, tesoro invaluable, Prometo honrarlo con fervor y pasión, Demostrarte que no soy un ser despreciable, Y que en mi corazón reside la más pura emoción.

Sexta estrofa:

Bendita sea la vida por tu grata presencia, Por tu ser, tu luz, tu bondad sin medida, Le pido a Dios trabajo con vehemencia, Para aligerar tu carga, aunque sea un poco, mi querida.

Séptima estrofa:

Tu amor, madre mía, cual sol radiante, Ilumina mi camino y me da calor, Eres fuente de fuerza, guía constante, El pilar que me sostiene en el dolor.

Octava estrofa:

Tus palabras, cual música celestial, Me llenan de paz y serenidad, Eres mi refugio en la tormenta brutal, Mi brújula en la oscura tempestad.

Novena estrofa:

Gracias por tu amor incondicional, Por tu paciencia y comprensión sin par, Eres la mejor madre del mundo universal, Y te amo con todo mi corazón, sin cesar.

Décima estrofa:

El amor es la fuerza que nos impulsa a ser felices, Amor de madre, amor de padre, amor de hijo, Un lazo irrompible que nos une y nos hace fuertes, Un tesoro invaluable que debemos cuidar con sigilo.

Undécima estrofa:

Desde el vientre materno, me diste la vida, Me nutriste con tu sangre, me formaste con amor, Con tu dulce regazo, me diste guarida, Y me enseñaste a volar, cual ave en flor.

Duodécima estrofa:

En mis primeros pasos, estuviste a mi lado, Sosteniendo mi mano, con ternura y afán, Me enseñaste a caminar, sin tropezar ni ser lastimado, Y a levantarme con fuerza, tras cada caída sin final.

Decimotercera estrofa:

En mis travesuras infantiles, me diste tu perdón, Con tu dulce sonrisa, borraste mi pesar, Me enseñaste valores, con sabia admonición, Y me inculcaste la honestidad, sin jamás vacilar.

Decimocuarta estrofa:

En mis momentos de tristeza, fuiste mi consuelo, Tus palabras de aliento, me dieron la esperanza, En tu regazo materno, encontré el anhelo, De un futuro brillante, sin ninguna danza.

Decimoquinta estrofa:

En mis éxitos y logros, fuiste mi mayor fan, Celebrando mis triunfos, con orgullo y alegría, Me enseñaste la humildad, sin ser un farsante, Y a valorar cada esfuerzo, en la noche y en el día.

Decimosexta estrofa:

En mis fracasos y derrotas, fuiste mi fortaleza, Tus palabras de ánimo, me dieron el valor, Para levantarme de nuevo, con entereza, Y enfrentar los desafíos, con renovado ardor.

Decimoséptima estrofa:

Eres mi confidente, mi amiga entrañable, La persona en quien más confío, sin dudar, Comparto contigo mis sueños, mis anhelos y lo inefable, Y sé que siempre estarás ahí, para escuchar y amar.

Decimoctava estrofa:

Gracias, madre mía, por todo lo que me has dado, Por tu amor incondicional, tu bondad sin igual, Eres mi ángel guardián, mi tesoro

JTA.