Te busco en los rincones
del tiempo y del silencio,
y miran, con tristeza,
mis ojos a los cielos.
No veo la figura
tan linda de tu cuerpo,
ni veo aquellos labios
que añoro y que deseo.
Me quedo con la capa
que cubren los recuerdos,
separo aquella tela
y encuentro solo sueños.
Los sueños de la infancia
de un niño que, creciendo,
forjó mil ilusiones
igual que sus proyectos.
Unidas nuestras manos
nos fuimos de paseo,
por montes y cañadas
buscando días nuevos.
Hablamos, sin palabras,
contándonos secretos,
pequeñas fantasías
de amarnos y querernos.
...Te busco en los rincones,
amor, y no te veo.
el tiempo se ha esfumado
y hoy sé que estoy despierto.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/05/24