En un lugar cerca, no obstante imaginario, sobre una suave y aireada colina, creció por la buena mano de la madre natura, el Árbol de la Amistad.
Año tras año se agregan frágiles y verdes ramas a su conjunto; las ya gruesas y algunas ancianas, parecieran correrse para darles lugar.
En esta época del año, los frutos, sueños del dueño de casa, aparecen como prueba fehaciente de su continuo e innato anhelo de alegrar, brindar
albergue a los cientos de pajarillos que lo acompañan desde el amanecer hasta la llegada del crepúsculo.
Cuáles son esos frutos, preguntarán los visitantes, de dónde llegan los simpáticos animalitos alados, quieren saber.
Allí en un costado del voluminoso tronco, una frase es posible leer:
°Quien así lo desea queda invitado a dejar su mensaje°
Queridos amigos, palabras de cariño, de amor y de compañerismo, con seguridad tendrán cabida y alegrarán a todos los futuros visitantes.
Espero vuestras muestras de amistad.
Beto (el cuidador del árbol)
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*Registrado/Safecreative N°1602216654344
*Imagen de la Web c/texto anexado