El otoño aún no llega
A la mitad de su tiempo;
Las hojas languidecen
En la cabellera de los árboles,
Que agitadas por un viento
Predice un duro invierno.
El aire, aún huele a campo,
Las flores van transformándose en simientes,
Mientras diminutos seres comen
De una clorofila casi inexistente.
El amarillo naciente, poderoso
Va quemando el horizonte,
Mientras los verdes somnolientos
Se niegan a morir…
Sobre los ambarinos paisajes,
Alguien se duerme sobre el lomo de un otoño,
Que mancilla salvaje
Las frutas del último verano.