Hashem Fajardo

El Ășltimo abrazo

Quisiera que el calor fuese una joya

Para poder robarla a diario.

Que el tiempo me hubiese esperado un poco

Para no pasar al siguiente escenario.

 

Fue frío con un toque de hierbabuena;

Refrescante como cerveza en playas de Cartagena.

Fue pacífico como dos peluches cosidos del mismo hilo.

Olvidable, como para maquinar a los obreros de la mente.

 

Fue corto como el instinto que apenas pudo demostrarme.

Es más largo febrero que padre e hijo para reencontrarse.

Fue incómodo como dormir en el sillón de algún pasillo,

Botar al piso la cobija y empezar a morir de frío.

 

Fue un mensaje subliminal con olor a una clara despedida.

Fue el anticipo de los hechos que algún reportero escribió en su diario de vida.

Fue el punto y coma que detuvo tus narices

Y permitió que las noches me hechizaran con realidades grises.